Hablo demasiado de Twitter y medios sociales. Pero hoy no. Hoy me dedico a pensar en el brazo izquierdo. Una herramienta poderosa. ¿Un don? Imprescindible en los negocios. Vital para la supervivencia del profesional (de la comunicación y de cualquier ámbito). Deberíamos dejarnos de tanto seminario 2.0. Si hubiera un congreso titulado "Cómo manejar mejor el brazo izquierdo" me apuntaría. Nunca dejo de aprender cosas del "brazo" de otros.
Donde no quiero tener brazo izquiero, sino un hacha, es para hablar de Televisión Española. ¿Has intentado ver últimamente una película en TVE1? Hora de inicio las 23:00, por ejemplo. Hora de finalización: No lo sé, era de madrugada y no pude soportar otra tanda de anuncios.
Mira que me gusta la pulicidad y a veces hago contrazapping, pero lo de TVE me recuerda al mejor Telecinco en tiempos de las mamachicho metiendo publicidad indiscriminadamente. Igual quieren hacer el "agosto" antes de que alguien llegue y les haga cumplir la Ley de una vez. Porque supongo que sabrás que TVE es una televisión pública en cuyo modelo de financiación está prohibido (por ley) vender espacios publicitarios. Lo que ocurre es que lo tenemos asumido (consentido). Esto también es competencia desleal (y doble financiación público-privada).
Aún así, me gusta que pongan anuncios (buenos) como éste: Una barbacoa. Un pinar. Hamburguesas. La autocaravana. Salchichas. Una familia retro-cool. Comida en el campo. Estética de película de Alfred Hitchcock. De fondo suena el "sacatum" en versión tétrica (ya sabemos que se trata de Calvo. Calvo = Atún). Otro guiño a Hitchcock, aparecen gaviotas, están fuera de contexto (el mar). Sin decir ni una sola palabra ya sabes que Calvo te está presentando unas hamburguesas y salchichas de bonito. Al spot le sobraba la explicación del final, donde Calvo dice lo mismo pero a lo convencional. Con lo mágico que hubiera sido contarlo sin nada más.
viernes, 12 de junio de 2009
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