jueves, 16 de abril de 2009

El Método Matías

Tengo que reconocerlo. Soy fan de Matías (Prats, se entiende). Los allegados conocen mi debilidad por su forma de dar un titular en cinco segundos. Porque su mensaje (directo, claro, sencillo) no deja dudas. Por su cadencia chulapa. Su dicción. Su carisma. Y su "paradinha" en el momento clave de dar la noticia. ¿Os cuento una anécdota?

Una mañana me encontraba coordinando acciones de prensa para un evento. Tenía que llamar a Antena 3. Llevaba menos de un minuto hablando con alguien de la redacción de informativos cuando me interrumpe el discurso y dice "Diego, me interesa. Mándamelo por mail, eme guión prats arroba.. Mi nombre es Matías". - Nota: Se ha omitido cualquier parecido con el correo original.- Al colgar suspiré. No puede ser. He hablado con él. Y no me había dado cuenta hasta que me dio su mail. Simultáneamente venía a mi cabeza un pensamiento: Su voz, no suena igual por teléfono.

Como decía, Matías Prats es un referente. Tanto es así que, hace tiempo en mi empeño profesional por redactar convocatorias de prensa últiles, creé el Método Matías. Consiste en seguir sus pautas. Claridad. Sencillez. No dejar dudas. Dar un titular en cinco segundos. Una vez redactado, sometes el contenido de tu convocatoria al test (de la verdad). Haces sonar (en tu cerebro) la música de entrada del informativo. Te pones en la piel del mismísimo Matías. Alzas la voz imitanto al maestro y lees tu creación. Si funciona con su voz, si eres capaz de imaginarte a Matías repitiendo tus palabras, lo tienes (bueno, más o menos, esto es sólo el principio).

Volviendo al chascarrillo. Habían pasado varias semanas desde aquella conversación telefónica que marcó mi existencia. Me encontraba en otro evento. Sonó el teléfono. "Diego, soy Daniel de Antena 3. Estoy abajo". Salí a recibirle. Le acompañaba un cámara. Entramos al ascensor del lujoso hotel de diseño y se confesó. "En realidad no soy Daniel. Me llamo Matías (descanso) Prats. Pero en la redacción me he cambiado el nombre para evitar más confusiones". No pude soportarlo. Tuve que confesarme yo también. "Daniel, ya nos conocemos. Hace semanas hablé contigo. Durante un tiempo pensé que había conversado con el mismísimo Matías. Para mí es un ídolo". La confianza fue en aumento. "¿Te cuento otra anécdota?", y le solté todo lo del método. Al terminar de descubrir mi secreto Daniel añadió "Voy a contárselo en cuanto llegue. A Matías le encantan este tipo de historias".

Unos días más tarde, en casa, mientras cenaba viendo las noticias, Matías
(celebridad) Prats daba paso a una conexión en directo. El rótulo del telediario decía "Daniel Prats, Enviado Especial". No pude evitar sonreir. Me sentía cómplice. Ahora vosotros sois mis confidentes.

2 comentarios:

Mamá dijo...

Conocía la primera parte de la anécdota, y siempre pensé que habías hablado con el mismismo Matias...bueno, para que la anecdota fuese redonda tenía que tener segunda parte...

El método Matias (powered by diego rivera) es ya un clásico en el mundo de las relaciones públicas...GENIAL!

Besos

Begoña

Stephan Fuetterer dijo...

Y hablando un poco de todo ¿Sigues haciéndote llamar Diego Rivera o estás pensando en cambiarte a Antonio Rivera? Más que nada por la frasecita omnipresente cuando te presentas "Anda, como el pintor". ¿Hay algún método Diego Rivera? =D