lunes, 7 de diciembre de 2009

Redes sociales: exteriorizando cambios

La política me gusta, los políticos me aburren. Y éste no es un blog para hablar de ministras que se reúnen con blogueros, ni de artistas reunidos que amenazan a políticos con la llegada del juicio final (para los que aún no sepan de qué estoy hablando, pueden hacer clic en los enlaces y leer a Enrique Dans e Ignacio Escolar).

Ambos temas (me) inquietan, afectan, atraen, motivan e incluso hacen pensar. Son dos noticias sintomáticas. Internet gana peso. Los medios sociales se "democratizan". Pero no diría que “se avecinan tantos cambios” (como me gustaría). Más bien, ha comenzado a exteriorizarse lo que meses (años) atrás se fue tejiendo. Como en tantas otras cosas, pasamos del anonimato a la moda. De lo contrario sería imposible entender lo que ocurre con la publicidad de esta navidad. El regalo estrella: un móvil (o una cámara digital) con acceso a redes sociales.


Ojito, que hay otra cara relacionada con tanta difusión. Redes sociales por aquí, redes sociales por allá. Un simple análisis de los informativos de televisión te lleva a la siguiente conclusión: red social=peligro. Ayer viendo una trágica noticia se señalaba que "lo último que hizo la víctima fue conectarse a las redes sociales", como si las redes sociales fueran el origen del mal. ¿Ya no te acuerdas cuando a los videojuegos les pasaba lo mismo?

1 comentario:

ottocero dijo...

es el riesgo que corren las cosas cuando se masifican. que se convierten en herramientas también para hacer el mal. pero la culpa no es de la herramienta obviamente