miércoles, 15 de diciembre de 2010

No silves que viene la SGAE


Imagina que un día sales a cenar a un restaurante y antes de pedir el menú te traen la cuenta, bastante más cara de lo que tenías pensado. Aparte de la cara de tonto que se te queda, te preguntas "¿por qué me cobras el champán si no lo voy a pedir?". Y el camarero te contesta "Ya, pero si quieres cenar, te lo tengo que cobrar por adelantado, lo pidas o no. Es una medida que hemos tomado por si acaso al final se te ocurre beber una botella de champán". Esta situación que parece tan absurda para la SGAE no lo es.

Cuando nos hace pagar el canon digital sucede lo mismo. Este organismo aplica un impuesto, por ejemplo a los CD vírgenes, en previsión del uso que le puedas dar. La SGAE nos está diciendo "te voy a cobrar un plus por si acaso acabas utilizando el CD para hacerte una copia de un disco, así yo podré pagar a los autores". Hagas o no la copia privada (pidas champán o no) ya lo has pagado.

En definitiva, se defiende la "presunción de culpabilidad" con absoluta normalidad, como si se tratara de algo legítimo, constitucional y legal. Habría que preguntarle al "camarero" de la SGAE "¿qué ocurre si utilizo el CD para grabar las fotos que hice este verano? Son mías, no tendré que pagar derechos de autor. Devuélvame el dinero que ustedes me cobraron por prever algo que no ha sucedido". Por supuesto, no recuperarás tu dinero y seguirás siendo un "presunto culpable".

Surrealista, pero tan cierto como que la SGAE se puede colar en tu boda para cobrarte por la música que pongas tras el banquete. Tan real como que la SGAE piensa que está protegiendo los derechos de autor cuando acude a una escuela de primaria y pide que los niños paguen por interpretar una obra de teatro en el cole. Tan "verídico" como aquella noticia de una exposición de vacas pintadas (por diferente autores) en las calles de Madrid, se retiró una de estas piezas porque tenía pintada la partitura de "tengo una vaca lechera" sin haber pagado derechos de autor.

Será que la SGAE no es una vaca cualquiera. Sin embargo (y en honor a la verdad), he de decir que los culpables de la retirada de la vaca no fueron miembros de la SGAE (gran leyenda urbana). En cualquier caso, ten cuidado. No silves, no vaya a ser que alguien de la SGAE te pille y te lo haga pagar caro.

Os dejo con unos minutos musicales.



Fotografía procedente de este blog.

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