sábado, 31 de diciembre de 2011
Fin de la transmisión
Más que despedirme, quería daros las GRACIAS por estar ahí a lo largo de estos años, gracias por vuestro interés y por compartir opiniones, pensamientos y reflexiones en el blog "Lo cierto es que". Me encontraréis en mediossociales.es, el blog donde escribo desde hace años sobre comunciación, marketing digital y social media, junto con el equipo de Best Relations. ¡Hasta pronto! Fin de la transmisión.
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Cómo convertir un ticket de parking en la mejor campaña de comunicación
Muchas veces me pregunto ¿dónde está la creatividad? ¿Cuál puede ser el origen de una gran idea? Sin duda, la observación. Abrir los ojos ante lo vulgar y cotidiano. Gestos, situaciones, momentos que pasan casi siempre inadvertidos pueden ser el principio de una gran historia.
Fíjate, a diario nos comportamos de forma automática en miles de situaciones. ¿Serías capaz de transformar un acto involuntario, común, generalizado, en una experiencia única? Eso es exactamente lo que logró Wrigley, fabricante de chicles, al convertir un simple trozo de cartón en el protagonista de una increíble campaña.
Esta es la gran historia de un vulgar ticket de parking que se convirtó en soporte publicitario, que fue capaz de mostrar el beneficio del producto, el sabor a menta, y que logró sorprender de manera inesperada al consumidor. Un simple objeto, un gesto insconsciente, dan lugar a una nueva experiencia. ¿Quién no se ha metido en la boca un ticket de parking al entrar al garaje? Simplemente espectacular.
Fíjate, a diario nos comportamos de forma automática en miles de situaciones. ¿Serías capaz de transformar un acto involuntario, común, generalizado, en una experiencia única? Eso es exactamente lo que logró Wrigley, fabricante de chicles, al convertir un simple trozo de cartón en el protagonista de una increíble campaña.
Esta es la gran historia de un vulgar ticket de parking que se convirtó en soporte publicitario, que fue capaz de mostrar el beneficio del producto, el sabor a menta, y que logró sorprender de manera inesperada al consumidor. Un simple objeto, un gesto insconsciente, dan lugar a una nueva experiencia. ¿Quién no se ha metido en la boca un ticket de parking al entrar al garaje? Simplemente espectacular.
Observando los comportamientos podemos convertir un objeto insignificante en soporte de la mejor campaña de comunicación.
Fuente: Ads of the world.
jueves, 1 de diciembre de 2011
Las marcas del rock and roll: Los bares de las canciones (Parte 2)
En la Parte 1 de esta serie de post dedicados a marcas y música, vimos una curiosa playlist, la formada por canciones que mencionan en sus letras nombres de marcas o productos. Calamaro, Quique González o Christina Rosenvinge son algunos de los músicos que "prestaron" sus textos a Big Mac, Rayban o Prada "involuntariamente".
En este segundo capítulo, vamos a descubrir algo más que una playlist. Os voy a llevar de ruta por los bares y garitos que alguna vez aparecieron en la letra de una canción. Primera parada, Granada. Corría el año 94 cuando Los Planetas cantaron aquello de "siempre voy al Amador por si apareces" (Qué puedo hacer, Los Planetas).
Años atrás, allá por los 80, Nacha Pop nos descubría otra forma de ver Madrid, "luego por la noche al Penta a escuchar canciones que consiguen que te pueda amar" (La chica de ayer, Nacha Pop). Junto al Penta se encuentra quizá mi favorito de Malasaña, el Tupperware al que Orleans homenajeaba así "luego al Tupper nos vemos" (Malasaña Tonight, Orleans). [Gracias Adrián por estas dos referencias, pero sobre todo por dar vida al Tupper, al Picnic y a la nocturnidad en general].
Y no salimos de Malasaña, simplemente torcemos la esquina. Dejamos atrás la Corredera Alta de San Pablo y nos metemos por Valverde rumbo a La Vía Láctea, garito al que Turistas Espaciales dedicaron una canción (me consta que fue así) "desde la Vía Láctea todo parece más pequeño" (Mi meteorito favorito, Turistas Espaciales).
Circodelia, quienes también fueron protagonistas de nuestro anterior post, nos llevan a una sala de conciertos de Madrid, el Honky Tonk. "Siempre encuentro a mi gente de fiesta en los baños del Honky Tonk bar" (Vamos a ir al infierno de cabeza, Circodelia). Dejamos Madrid y nos vamos a Zaragoza, donde se encuentra un templo para los fans de Héroes del Silencio y al que Enrique Búnbury citó en una de sus canciones, "la Estación del Silencio junto algún que otro bar, la ruta de los sueños" (Negativo, Búnbury).
Hablando de conciertos, nada mejor que rematar el tour visitando un festival, el que nos propone La Habitación Roja en Benicàssim. "Las noches en Malasaña, El Carmen, L'Eliana y agosto en el FIB". (Por ti, La Habitación Roja). Esta historia de marcas y música continuará, pero de momento os dejos con esta pequeña ruta de bares que aparecen en canciones. Gracias Google Maps:
Amador, Granada (Fuente: Los Planetas).
Penta, Madrid (Fuente: Nacha Pop).
Tupperware, Madrid (Fuente: Orleans).
La Vía Láctea, Madrid (Fuente: Turistas Espaciales).
Honky Tonk, Madrid (Fuente: Circodelia).
Estación del Silencio, Zaragoza (Fuente: Búnbury).
FIB, Benicàssim (Fuente: La Habitación Roja).
Continuará.
En este segundo capítulo, vamos a descubrir algo más que una playlist. Os voy a llevar de ruta por los bares y garitos que alguna vez aparecieron en la letra de una canción. Primera parada, Granada. Corría el año 94 cuando Los Planetas cantaron aquello de "siempre voy al Amador por si apareces" (Qué puedo hacer, Los Planetas).
Años atrás, allá por los 80, Nacha Pop nos descubría otra forma de ver Madrid, "luego por la noche al Penta a escuchar canciones que consiguen que te pueda amar" (La chica de ayer, Nacha Pop). Junto al Penta se encuentra quizá mi favorito de Malasaña, el Tupperware al que Orleans homenajeaba así "luego al Tupper nos vemos" (Malasaña Tonight, Orleans). [Gracias Adrián por estas dos referencias, pero sobre todo por dar vida al Tupper, al Picnic y a la nocturnidad en general].
Y no salimos de Malasaña, simplemente torcemos la esquina. Dejamos atrás la Corredera Alta de San Pablo y nos metemos por Valverde rumbo a La Vía Láctea, garito al que Turistas Espaciales dedicaron una canción (me consta que fue así) "desde la Vía Láctea todo parece más pequeño" (Mi meteorito favorito, Turistas Espaciales).
Circodelia, quienes también fueron protagonistas de nuestro anterior post, nos llevan a una sala de conciertos de Madrid, el Honky Tonk. "Siempre encuentro a mi gente de fiesta en los baños del Honky Tonk bar" (Vamos a ir al infierno de cabeza, Circodelia). Dejamos Madrid y nos vamos a Zaragoza, donde se encuentra un templo para los fans de Héroes del Silencio y al que Enrique Búnbury citó en una de sus canciones, "la Estación del Silencio junto algún que otro bar, la ruta de los sueños" (Negativo, Búnbury).
Hablando de conciertos, nada mejor que rematar el tour visitando un festival, el que nos propone La Habitación Roja en Benicàssim. "Las noches en Malasaña, El Carmen, L'Eliana y agosto en el FIB". (Por ti, La Habitación Roja). Esta historia de marcas y música continuará, pero de momento os dejos con esta pequeña ruta de bares que aparecen en canciones. Gracias Google Maps:
Amador, Granada (Fuente: Los Planetas).
Penta, Madrid (Fuente: Nacha Pop).
Tupperware, Madrid (Fuente: Orleans).
La Vía Láctea, Madrid (Fuente: Turistas Espaciales).
Honky Tonk, Madrid (Fuente: Circodelia).
Estación del Silencio, Zaragoza (Fuente: Búnbury).
FIB, Benicàssim (Fuente: La Habitación Roja).
Continuará.
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